viernes, 5 de diciembre de 2014

Las desventuras de los Tutú-ninjas un martes con música

Martes de  Mater.
Nada presagiaba lo que sucedió. Los Tutú-ninjas presentes estábamos tan asombrados que apenas acertábamos a murmurar. Eran murmullos delirantes, dichos con el asombro y la resignación, a la vez, del que no se lo espera pero que sabe que no puede escapar de ese momento. Atrapados.
Porque uno la ve así, la siente así, la imagina así:



Pero este martes fatídico, no. Como poseída por un espíritu guerrero y al mismo tiempo con su sonrisa pacífica, esa contradicción la volvía amenazante. Sí. En algún punto, daba miedo.

Yo estaba cansada sólo de caminar. "Será la música", pensé. Ese día fueron sonidos celtas. No. No es la música.  "Volvé Sensei", dije con la voz agotada a 10 minutos de haber empezado. Por dios, si estaba así a los diez minutos no quería pensar el después.

No hubo nada que no hiciéramos, trabajamos las piernas, los brazos, los abdominales, con sillas, con bastones, con cuanto cosa e intención hubiera alrededor. Estiramos, tuvimos momentos creativos donde cada Tutú-ninja proponía un movimiento y los demás emulábamos...

George, ya como ido, repetía, "Julio, dónde estás?", "Julio, podés volver". Que quede claro y para el registro: nosotros, jamás, JAMÁS, extrañamos a Julio los días de Mater con música. Salvo este martes.

Los intercostales y los abdominales me dolieron el martes, el miércoles y el jueves. Obviamente, para ayer a la tarde, todo estaba más que perfecto. Es odioso.

Mater, no sé dónde estás, pero volvé en vos. Te extrañé mucho. No nos vuelvas a hacer esto, no te dejes poseer por la superheroína del fitness, porfis.
Esta no. Yo quiero a la Mater de siempre.

Elevo una oración a Pendulman para que la paz y la calma se restituyan en nuestro sacrosanto recinto. Amén.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Zapatillas

Ya lo dijo Marilyn*, "dale a una chica los zapatos apropiados y conquistará al mundo",  y en eso estamos (hombre y mujeres) de la mano de los talleres de Prosam, que una vez al año festeja en zapatillas, intentando conquistar el mundo empezando por nuestros cuerpos. Nos juntamos a mostrar lo que hacemos, nos compartimos y lo hacemos moviéndonos.
Es una experiencia que, como dice Vivi, esperamos todo el año. Y este venía con un plus. Una sorpresa.
Decidieron hacer un reconocimiento a los Tutú-ninjas por su constancia, esfuerzo y compromiso con el Taller de Gym. Yo me gané el de bronce y una caña con la que pienso torturar al Sensei; George el de plata y una pelotita y Marita el de oro y una cinta elástica. Pero en realidad, ese reconocimiento es para todos. Porque todos ponemos lo mejor de nosotros en ese taller que nos cambió la vida.
Ahora que lo pienso, con esos elementos podemos cometer un asesinato y George es abogado penalista y yo estoy mirando How to Get Away with Murder, creo que podemos zafar  si los eliminamos; porque, hay que admitirlo, a veces nos dejan hechos un trapo y se merecen un susto de nuestra parte. Sí. Sin llegar al extremo, pero algo tenemos que pensar.

Ya me fui al carajo, qué facilidad para irme por las ramas.
Graciadió, este año no optaron por los implantes mamarios y dentro de
 todo fue tranqui. Pero, ellos se arreglan igual. El Sensei tiene mucha facilidad para hacer de cualquier objeto, un objeto apto para el ejercicio físico. So, nos dieron con las colchonetas y las sillas. En las colchonetas, abdominales y glúteos. En las sillas, sentadillas y otros de piernas, quedé al horno. Pero antes de eso, 20 minutos de marcha aeróbica.

Mater nos hizo hacer un estiramiento que generalmente hacemos en el suelo y esta vez hicimos sentados. Los ejercicios de Mater no son tan fáciles de explicar. A ver. Con Mater trabajamos con los ojos abiertos porque la mirada tiene que ser activa. La respiración es conciente. Los dos brazos estirados, a la altura de los hombros, manos hacia adentro enfrentadas, las lumbares bien apoyadas en la silla y empezamos, con cada inhalación alejamos los brazos hacia el frente pero despegándolos desde los hombros y con cada exhalación los brazos vuelven a su lugar. No es un simple ir hacia adelante, tenemos que concentrarnos en que ese movimiento se haga desde el hombro y cuando los traemos de vuelta, tenemos que sentir cómo toda la articulación está trabajando. Después, fue el turno de la Gioco, ahí estiramos el cuello y después nos insufló el divino aire de las plazas pero ahí adentro. Son geniales las dos, unas diosas del penduleo. Como el Sensei, que es Pendulman.

Cuando terminó la muestra de nuestro taller, arrancamos con el de danzaterapia (que fue maravilloso) y ahí ya quedé hecha percha, pero feliz, muy feliz, todos los Tutú-ninjas quedamos así, felices, en una especie de estado alterado de conciencia pero sin ganas de asesinar a nadie, por eso de las endorfinas que dice el cartelito más arriba. Después hubo una degustación sana, a la que no asistí así que eso lo tendría que contar Vivi, quien comentó hoy a la nueva integrante (bienvenida Beatriz) que había cosas riquísimas.

Hubo llamativas ausencias como las de Leo, nuestro Santo patrono, y Celeste, que no por asociación ilícita es santa, que quede claro, ya que confesó que me quiere chorear mi Simones en un momento de distracción. Así que nos faltaron el santo y la casi. También  Lauri,  Juli,  las Alicias y más. Los extrañamos a todos ellos. Pero vino Marina, hermosa después de haber parido a su bb hace nada y EMILCE, mi Tutú-ninja amada y extrañada hasta las lágrimas. Yegua, me dejaste sola en la puteada, digo en la patriada. La cosa escatológica, el lamento bíblico, ahora lo hago yo sola, nadie me aompaña en las chachadas ni en las guarradas. Y como bien me dijiste el sábado, ahora se notan más porque las digo yo sola. Lo parió.
En fin, que todo fue muy lindo y emotivo como siempre y hubo abrazos y encuentros y reencuentros, risas y charlas y merecidos premios. Gracias por tanto. Aguanten los talleres, aguante Prosam y una ovación para nosotros que nos la merecemos.

Post Scriptum: acertijo.
Post Scriptum2: electrotango, un flash, quiero hacer ese taller. Pero justo ese me parece que no podemos los Tutú-ninjas :(
*Parece que la frase podría ser de Bette Midler