sábado, 13 de octubre de 2012

Ex umbra in solem

Masaje plantal es el nombre inocente que le da Mater a una tortura de origen claramente medieval o chino. Como más te guste, el resultado es el mismo: dolor.
Ella, con esa cara de ojos grandes, con esa sonrisa enorme, con el gesto compasivo cuando le contamos algo que nos puso el cuerpo en jaque, con la atención que la caracteriza y la disposición a ayudarnos a superar el obstáculo; sí, ella, la misma que viste y calza, nos dice con esa carita, "hoy mejor masaje plantal que hace mucho que no hacemos". Y el Sensei disfruta, otro perverso. Otro perverso un año más viejo, al menos eso. ¡Ja! ¡Tomá, te lo dije!

Bien, la cosa empieza así. Primero se hace el chequeo de la columna. Juntás los pies; bien juntos el que puede, el que no al menos alineados. Las piernas rectas, rodillas estiradas y así vas inclinando el torso con la cabeza bien floja. Llegás hasta donde te da y sin insistir esperas que el cuerpo se acomode. Ojos abiertos. Te fijás hasta dónde llegaste. Pasa Mater, te mira la columna, festeja o no y una vez que te observó ya podés, lentamente, desandar el camino hasta erguirte, sin olvidar flexionar las rodillas para salir de la posición. La cabeza al final y despacio porque sino te mareás y nadie quiere irse a la mierda por perder el equilibrio lastimosamente.
Hecho esto, agarrás la pelotita de tenis y te la colacás debajo del pie (como muestra la imagen) y descargás el peso de tu cuerpo -y los tutú ninjas pesamos- sobre la pelotita. DOLOR. El pie recorre la superficie de la pelotita de adelante hacia atrás, aplastándola en el camino. DOLOR. El arco del pie está vivo, ¿saben? ¡Ah! ¿No sabían? Seee, está vivo. Y GRITA DE DOLOR. Mater hace caras, abre los ojos y los frunce a la vez -nosotros también- y se expresa con el consabido quejido teológico y yo además, a las puteadas limpias. Distraída como estaba sufriendo, me perdí el épico momento en que Marita le tiró un pelotazo al Sensei. Bien ahí, Marita.
Te decía que el arco está vivo. Otra parte del pie muy viva, pletórica de vida es el borde, ya sea el interno o el externo. DOLOR ahí también. Mater pretende que los deditos estén relajados. Yo doy gracias que mis dedos no salieron disparados del horror a buscar refugio en algún otro lugar del cuerpo, pero creo que están practicando para convertirse en retráctiles. Todavía me pregunto cómo carajo los vio, abajo de los zoquetes negros,a los deditos de mis pies y me dijo "relajalos". No se les escapa nada, mecacho. A ninguno de los dos. Lo bueno es que esa parte acolchadita no duele tanto como todo lo demás.
Cuando Mater considera que hemos sufrido lo suficiente, nos dice que saquemos la pelotita y que volvamos a hacer el chequeo. Si la parte de la pelotita la hiciste bien, lo más seguro es que puedas hermanarte con un orangután porque los brazos te van a llegar al suelo, las muñecas te hacen tope en el piso y la cara necesitaría que se abra un agujero entre las piernas para que puedas enterrar ahí el morro.


Algo así pero parados. Maginate. A algunos les sale más a otros menos, pero básicamente, esa es la postura.
No contenta con el segundo chequeo, nos paramos y colocamos la pelotita debajo del otro pie. Vuelta a empezar, el dolor, el quejido teológico, la puteada. No hay manera de zafar porque aunque ella también está ocupada sufriendo -al menos tiene ese mérito, hace lo mismo que nosotros-, el otro, sí, ése que hoy vino afeitado para que se le vea bien la sonrisita que goza con el sudor y el padecimiento de nuestros cuerpos, está atento como un águila en busca del ratón del almuerzo y al que ve correteando por el prado desde el cielo, el Sensei miramiramira y corrigecorrigecorrige. En realidad, eso hay que agradecerlo. ¡Pero el punto es que él no sufre y nosotros sí y no es justo!

Y vuelta el chequeo. Ahí ya no te hermanaste, sos el rey de los orangutanes. La reina en este caso.

Y recordando todo esto me puse a llorar otra vez. Con Janis Joplin de fondo que me canta "Cry baby". Tal cual.

Post Scriptum: la locución latina quiere decir "desde la sombra a la luz", que sin duda es lo que ellos hacen. Y por eso: GRACIAS.



martes, 2 de octubre de 2012

Que te corre, que te alcanza, que te pica

                                                          
                   
                                                                                     Source: Uploaded by user via Luna on Pinterest   

Antes de ir a la anécdota propiamente dicha, hay que hacer un par de aclaraciones. Bueh, tal vez sólo una. Y es esta:

El trabajo que hacemos en el grupo de gym y vagabundeo meta-intra-físico-psicoespiritual respeta, específicamente, una construcción que el niño estructura a la salida del complejo de Edipo, el superyó. El superyó es la internalización de la prohibición parental, es la entrada del niño a la cultura, es el NO, es la escala de valores que nos rige y nos permite hacer transacciones entre el deseo, la realidad y lo prohibido. El grado de dureza de esa voz que nos dice NO es harina de otro costal, por lo tanto eso no nos interesa aquí. Hecho el introito, paso a lo medular de la aclaración.
En el grupo habemus dos Maestros de la pendulesitud que con su ejemplo y guía nos mostraron -y nos muestran- los beneficios de la práctica del penduleo controlado que como todos sabemos nos lleva por la senda de la plena satisfacción de todos los órdenes de la humanidad que portamos desde tan chiquitos, o sea. Esos beneficios no son fruto del lassaiz faire, muy por el contrario, nacen de la impecabilidad en la ejecución de los movimientos pendulares. So, esa realización se lleva a cabo con directivas, esas directivas no sólo indican qué hay que hacer y cómo sino que señalan lo que bajo ninguna circunstancia hay que hacer. Todo lo que no hay que hacer opera como la prohibición parental, es un superpenduyó que se expresa así: bajá los hombros, tenés el cuello hiperextendido, tenélojhombroenlajoreja, noooooo, no bajen la pierna dando pisotes de elefante, controlá el movimiento y esas cosas. Dicho más llanamente, tenemos las voces de Mater y del Sensei sonando permanentemente en las orejas, en los momentos más insospechados (y cuando digo insospechados lo digo en serio), recitando con distintos grados de intensidad la prohibición del penduleo incontrolado.

Vivi, compañeraza del grupo, pasó un finde largo en una estancia, todo de puta madre, éxtasis total, tiempo y disposición al penduleo controlado al punto que decidió pendulear todo lo que pudiera. Encontró un lugar agradable y de pronto la caminata era un trote, tranqui pero trote al fin. El superpenduyó funcionando a pleno, ella re atenta a las voces, todo bien, todo perfecto, tomando conciencia de los límites -sabido es que los límites amplían la libertad aunque parezca un oxímoron- hasta que se encontró con un pavo real. Bello, como todos los pavos reales, pagado de sí mismo y más malo que la mierda. Pero eso no lo sabía Vivi que en un principio jaraneó con la emplumadísima ave multicolor. ¿Y qué pasó? Pasó que el exótico pajarraco se convirtió en una bestezuela de armas tomar y empezó a correr a nuestra compañera de venturas y desventuras. La corrió, la alcanzó y la picoteó. Así nomás.
Desde el día que lo contó que no puedo dejar de reírme cuando imagino la escena. Corrida, alcanzada y picoteada por un pavo real. Es alucinante. Psicodelia pura. Un penduleo incontrolado en technicolor, supongo que eso es un atenuante. Mater y Sensei deberían poder materializarse en determinados momentos...sólo en algunos, ejem. Me hubiera gustado saber qué hubieran sugerido en esa situación. pero se rieron mucho como todos nosotros. Y bien que hicieron porque fue genial.
La pendulesitud provoca estas cosas. "Uno con el universo" como dice el Sensei, tanto que terminás al alcance del pico desbocado de un pájaro casi celestial.

Post Scriptum ineludiblees que hay aves celestiales que se presentan así... bien podría ser el Sensei materializando uno de sus múltiples espíritus duales,en este caso, haciendose el pavo real perseguidor de temerosas y desprevenidas correcaminos!!!
el picotazo no será acaso la voz del superpenduyó en acto? nuestra feliz saltamontes no estaría excediendo sus límites caminacorredores en demasía?
no será éste un paradigmático ejemplo de la voz superyoica: los límites amplían la libertad siempre y cuando no te metas con la mía??!!!
me gusta más pensar que los cuerpos en movimiento son ilimitados en su espacialidad!! y la pobre ave se vio amenazada en su territorialidad de pavo real...
muchas hipótesis... muchas lecturas de un hecho que dejó su marca! 


Así dijo Mater Pato, que en la jerarquía pendular ostenta el doble título de guía y tutú ninja con jinetas.