viernes, 3 de agosto de 2012

Triskel

El trisquel ( o triskel) es un símbolo celta que simboliza la armonía de las tres dimensiones humanas: cuerpo, mente y espíritu. Armonía que da cuenta de un perpetuo aprendizaje y con él, la evolución. Y, como el ouroboros, representa el principio y el fin.

Si Leonardo viviera, diría que la pendulesitud es la divina proporción en movimiento. No en vano la representó en su hombre vitruviano. Mal que me pese, somos, nosotros y el universo, matemática pura dicha de otra manera.

El trisquel, en tanto pendulesitud, es un camino de autoconocimiento y de respeto por el cuerpo, por cada una de sus partes desplegada en sangre, músculos, tendones y huesos; es también la capacidad de re-flexionar que tiene la mente usando al cuerpo como vehículo de algo que lo excede: el espíritu. Queda claro, entonces, que cuando hablo de pendulesitud y de la manera en que ella se expresa -el penduleo controlado- estoy más allá de cualquier ironía porque es la primera vez que pude sumar el cuerpo a la díada en la que más confío.

Los Tutú-ninjas comprendemos intuitivamente de qué va esta unión maravillosamente inspirada por Mater y Sensei, por eso recorremos el camino espiralado con esfuerzo pero sin chocarnos.